Análisis Crítico de una Metodología de Transversalización del Enfoque Intercultural
Introducción
En el presente trabajo analizaremos críticamente, desde la realidad indígena amazónica, algunos conceptos claves y abordajes de dos metodologías de Transversalización del Enfoque Intercultural: la propuesta por GIZ1 y la propuesta por el Ministerio de Cultura.
Este análisis crítico de distintas maneras de entender ciertos conceptos nos ayudará a continuar el análisis de algunas de las etapas de la metodología que propone GIZ.
Analizando conceptos:
Es realmente curioso que en un instrumento de gestión para elaborar proyectos de desarrollo que pertenece al Estado peruano, podamos encontrar estas dos afirmaciones:
“Muchas de las políticas públicas se gestionan sin considerar la diversidad
cultural de nuestro país”. (MINCUL)
“Se toman decisiones percibidas como importantes sin tomar en cuenta las diferencias de los distintos sujetos o colectivos”. (MINCUL)2
Si analizamos el concepto enfoque intercultural, según como lo presenta el GIZ3 cuando dice:
es una herramienta que permite analizar las relaciones entre los grupos culturales que cohabitan un mismo espacio, desde dos dimensiones:
Distribución del poder en la toma de decisiones sobre sus propias prioridades de desarrollo y control de sus vidas.
El nivel de reconocimiento de sus diferencias culturales, sin que ello sea motivo de exclusión o discriminación.
Entonces, pensando en el Ministerio de Cultura (más concretamente en el viceministerio de Interculturalidad) o en el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (pero concretamente en el viceministerio de Poblaciones Vulnerables), nos viene la pregunta: ¿los funcionarios de dichos viceministerios, tienen claridad cuando se habla de competencia intercultural y la interculturalidad o enfoque intercultural como propuesta política?
Si leemos lo que dice el GIZ, encontramos que “el principio de interculturalidad es la base para establecer relaciones de confianza, reconocimiento mutuo, comunicación efectiva, diálogo, debate, aprendizaje e intercambio.” (GIZ)4. Nos parece que en esta afirmación, está ausente el tema de la comunicación intercultural, que no es lo mismo cuando se habla de comunicación efectiva. La comunicación intercultural, en definitiva, es ver con los otros5.
Dentro de la competencia intercultural es muy importante comprender qué es la comunicación intercultural. En este juego de conceptos, nos valemos de Milton J. Bennett (2015) cuando se refiere a la interculturalidad como un particular tipo de interacción o de comunicación entre las personas, donde la diferencia de cultura juega un rol en la creación de significado.6 Por lo tanto, para Bennett, adaptarse interculturalmente es lo mismo que competencia intercultural. Osea, “competencia” es sinónimo de “adaptación”. Pero comprender la adaptación intercultural implica asumir una larga secuencia de desarrollo. La adaptación es todo el proceso de creación de un vasto repertorio de comportamientos, apoyado en una visión alternativa del mundo7. Así que, cuando se trata de proyectos de desarrollo con un enfoque intercultural, no se está refiriendo a proyectos que se van a realizar en tres o cuatro años. Es fundamental considerar el valor tiempo cuando se quiera trabajar un proyecto de desarrollo con enfoque intercultural entre los pueblos indígenas de la Amazonía. Hay varios ejemplos, que al ser analizados nos muestran la importancia de este aspecto. Entre ellos tenemos: la Hidrovía Amazónica; el río Marañón como sujeto de derecho (a propósito de la sentencia que acaba de anunciarse). Por ende, la competencia intercultural implica saber desarrollar la sensibilidad intercultural.
Crítica a la competencia intercultural según Kupka
El filósofo Bernd Kupka cuando define competencia utiliza la palabra habilidad. Pero más que habilidad, para nosotros se trata de una actitud, que es la que nos lleva a asumir la adaptación. Este concepto de Kupka, probablemente funciona en la ciudad, pero en un contexto como el amazónico podría que no.
Frente a las propuestas de plantear el diálogo intercultural, ¿es realmente un verdadero diálogo intercultural8? Porque de no ser así los pobladores indígenas de la Amazonía saben identificar cuando hay diálogo y, si hay confianza y apertura en dicho proceso. Según Serge Latouche, plantea el diálogo dialogal como aquel diálogo que supera el diálogo dialéctico, es decir, el diálogo dialogal se fundamenta en una auténtica confianza recíproca en el otro.9
Otro término que Kupka utiliza es el de reciprocidad (cuando afirma: actuar recíprocamente). Si proponemos una necesidad concreta de los pueblos indígenas de la Amazonía: la titulación de sus territorios, no solo el reconocimiento como pueblo. Ahora bien, si seguimos la lógica de Kupka, es evidente que el Estado no busca o quiere intentar satisfacer mutuamente necesidades de reconocimiento, afecto y participación. Aquí nos preguntamos, ¿dónde quedan las agendas políticas elaboradas por las comunidades indígenas? A estas agendas políticas las conocemos también como planes de vida. ¿Aparecen ellas en los proyectos de desarrollo con enfoque intercultural?
No hay forma de entender un proyecto de desarrollo que viene de la ciudad de Lima. Elaborado en las oficinas de los expertos. Muchos de estos proyectos son traídos a la selva, y si estos no se adaptan a las demandas reales de la población amazónica, qué podría respondernos Kupka. Pensamos que en el momento que uno intenta y no se adapta, no se da el encuentro intercultural. Por ello, volvemos a subrayar el concepto tiempo. Este es muy distinto para el poblador de la ciudad que para el poblador indígena. Lo mismo ocurre con el concepto de desarrollo es muy distinto también en toda su comprensión. ¿Será que el concepto desarrollo es compatible con el concepto interculturalidad?
Partiendo de Milton J. Bennett quisiéramos responder a Bernd Kupka:
Bennett señala que hay un Modelo Dinámico de la Sensibilidad Intercultural. Es un intento constructivista de describir el modo en el cual las personas se vuelven más adaptables interculturalmente10. Para Bennet, según la experiencia que cada persona tiene de las diferencias culturales, hay varias etapas que es importante identificar: la negación, la defensa, la minimización, la aceptación, la adaptación, hasta llegar a la integración. Cuando las personas han llegado al nivel de adaptación, estas pueden ser empáticas, pero no por habilidad, sino por actitud. Los cambios no solo pasan por el lado de expresar conocimientos, sino de expresar sensaciones y comportamientos culturalmente apropiados. Estos comportamientos están llenos de emociones. Un contexto multicultural es muy diferente al del intercultural.
Los planes de vida de los pueblos indígenas
Otro tema de análisis que queremos plantear es acerca de los planes de vida de los pueblos indígenas amazónicos. Nos preguntamos: ¿el gobierno realmente los considera, los escucha, los atiende, en definitiva, los asume?
Si hacemos un recorrido por las propuestas de la Educación Intercultural Bilingüe o de la Salud Intercultural. Ambas se encuentran en las agendas políticas o planes de vida. Lo que se constata es que no hay políticas claras que incorporen en los modelos de proyectos de desarrollo un plan a largo plazo en términos de educación y salud interculturales. Basta con observar como se viene ofreciendo en las instituciones educativas y en las microrredes de salud de las diversas cuencas en Loreto, como para poner un ejemplo.
Jesús Martín Barbero y Sara Corona Berkin, nos dicen que la comunicación intercultural es “ver con los otros”. Incluso, mientras Barbero habla del ‘escalofrío visual’, por otro lado, Sara Corona habla de ‘mal de ojo’. Usando las palabras de Barbero y Corona, nos atreveríamos a señalar que la visión de competencia intercultural planteada por Kupka sufriría de ‘escalofrío visual’ si lo aplicáramos a un contexto como el amazónico. ¿El concepto que usa Kupka es adaptable a los pueblos de la amazonía?
Cuando nos encontramos con la Ley Nro. 26300, “Ley de los Derechos de Participación y Control Ciudadanos”, se puede llegar a concluir que es una ley para los ciudadanos en general. Pero haría falta una ley de participación ciudadana con enfoque intercultural, pero amazónico, porque los contextos son diferentes. En la Amazonía hay que pasar del sujeto lúdico al sujeto dialógico. Cuando se elabora un proyecto de desarrollo para la Amazonía, pareciera que “se emplea” a los pobladores amazónicos como ‘conejillos de india’. ¿Hasta cuándo se estará con los criterios de proyectos o programas pilotos? Pareciera que no hay un proyecto serio de desarrollo para los pueblos indígenas con enfoque intercultural. La mayoría de los proyectos “usan” a los pueblos indígenas. Solo unos ejemplos para dibujar lo anteriormente afirmado: ¿se ha evaluado junto a los pueblos kichwas, siecoyas, huitotos, murui muinane, etc, la PIAS que recorre la cuenca del río Napo?
No se puede desarrollar un proyecto de desarrollo con enfoque intercultural si se cuenta con ese escalofrío visual o mal de ojo. Aquí viene la pregunta que nos hace el ex dirigente indígena Richard Rubio: ¿Por qué el estado no ha desarrollado una política nacional de reconocimiento y titulación de los territorios indígenas?
Crítica a las habilidades que conforman capacidades interculturales
Según la Guía metodológica planteada por GIZ, las habilidades que conforman las capacidades interculturales propuestas por Gudykunst y otros11, son: estar atentos; ser flexibles; desarrollar la tolerancia; aceptabilidad conductual y la empatía.
Miquel Rodrigo Alsina afirma: “lo que caracteriza, la mayoría de las veces, a la comunicación intercultural es el desconocimiento que se tiene sobre la otra cultura”12. Aquí nos preguntamos, cuando preparamos un proyecto de desarrollo con enfoque intercultural, ¿cuánto conocemos de la otra cultura? En la convivencia con los pueblos indígenas amazónicos, en medio de los ancianos, de los así llamados sabios, hay cosas que se guardan en secreto; son aquellas cosas que no se dicen, que no se platican. No se consigue fácilmente conocer todo. Los ancianos saben conservar sus saberes ancestrales. Ellos saben a quién y cómo compartirlo.
Análisis crítico a las etapas de transversalización del enfoque cultural propuestas por GIZ
“Es una exigencia la participación de representantes de los grupos culturales afectados por estas brechas en todo el proceso”13.
Esta afirmación es muy importante para la primera etapa del “conocer y comprender”. Como analizamos antes, hay cuestiones culturales indígenas que no son desveladas a los no indígenas, por lo que la participación de representantes indígenas desde el inicio del proceso es fundamental. Ahora bien, como indica el líder Richard Rubio, no se trata sólo de los Apus o Curacas, sino que hay que tener en cuenta a todos los ancianos. Aquí surge una pregunta: ¿es posible ahondar en el conocimiento y la comprensión desde una oficina del gobierno o de una empresa u ONG? Creemos que esta primera etapa debe darse en el territorio, de manera comunitaria y dando tiempo para que la comunidad indígena lo pueda dialogar (porque creemos que el diálogo debe ser efectivo, oportuno, creíble y desarrollado en el territorio).
Compartimos la pregunta guía que hace GIZ sobre ¿cuál es el principal problema que se busca resolver? y propone que este es el punto inicial de trabajo en conjunto. ¿Puede un proyecto de desarrollo para los pueblos indígenas dar los primeros pasos sin la participación de los indígenas? También consideramos que no. Ante ello nos sostenemos de las palabras del Papa Francisco en Querida Amazonía:
“Ellos son los principales interlocutores, de los cuales ante todo tenemos que aprender, a quienes tenemos que escuchar por un deber de justicia, y a quienes debemos pedir permiso para poder presentar nuestras propuestas. Su palabra, sus esperanzas, sus temores deberían ser la voz más potente en cualquier mesa de diálogo sobre la Amazonia, y la gran pregunta es: ¿cómo se imaginan ellos mismos su buen vivir para ellos y sus descendientes?”14 (QA 26).
En la etapa 2 de “planificar e implementar”, consideramos sumamente importante lo propuesto por GIZ sobre si la cadena de resultados tendrán impacto sobre las diferentes barreras que causan el problema. Para ello es necesario la elaboración de indicadores. Nos surge la pregunta de si ¿los indicadores cuantitativos son los más acordes para el análisis por los mismos indígenas? Aunque no sean los más convenientes para el sistema occidental, creemos que, son necesarios los indicadores cualitativos, donde a través del relato, se pueda expresar si han cambiado las brechas existentes o las condiciones que actúan como barreras.
Crítica a las ocho pautas para la integración del enfoque intercultural en los servicios públicos15
Un ejemplo de “escalofrío visual” lo encontramos en estas pautas propuestas por el Ministerio de Cultura. Lejos de ver con los otros, la propuesta que realizan se distancia de una igualdad discursiva, donde la posibilidad de intervención y protagonismo de un poblador indígena amazónico queda reducida a un beneficiario. Con esto se demuestra que más que un enfoque intercultural, lo que aparece es una política hegemónica que se impone, que viene de arriba, o sea, la verticalidad es más importante que la horizontalidad. Esto desdice o quita valor a una propuesta de diálogo dialogal o de diálogo intercultural.
“El diálogo permite comprender el punto de vista del otro, sobre todo si, teniendo en cuenta sus posibilidades expresivas, uno se compromete no sólo a hablar y escuchar, sino también a favorecer la expresión de la persona que tiene delante. La voluntad de diálogo, por tanto, es la base de una relación humana igualitaria, respetuosa de la igualdad de derechos”16.
Finalmente, podemos concluir con la afirmación encontrada en la tesis de Roberto Carrasco:
Porque «para hablar de diálogo intercultural no basta con yuxtaponer interlocutores que representen diferentes identidades», no basta con reconocer las diferencias, sea de una voz o de otra, incluso, no basta el hecho de admitir cualquier situación que se pueda imponer que favorezca el diálogo y por ende el conocimiento mutuo, y más todavía, no basta la crítica o autocrítica de algún interlocutor. De tal modo que, si «la interculturalidad significa la relación entre personas de distintas culturas», entonces, cabe reflexionar acerca de cuáles podrían ser esas condiciones para el diálogo intercultural.17
Aquí está la tarea a trabajar. Pero junto a los pueblos indígenas y desde sus territorios. Los pueblos indígenas de la Amazonía son culturas libres, han sabido resistir. Incluso, hoy, frente a cualquier tipo de sistema que intenta imponerse, ellos apuestan por una interculturalidad distinta a la que comúnmente se da en el sistema, o sea, en el plano del respeto, la igualdad, la equidad, así como, el deber de todos por erradicar toda forma impositiva de una cultura sobre otra.
NOTAS:
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