Era mayo de 1988 cuando el P. Pablo Feeley, OMI junto al P. Roberto Smith, OMI -párroco de la parroquia Jesús Salvador en Aucayacu- empezaron un proyecto Oblato en común: "Un sistema de comunicación social rural".
Este proyecto tuvo un desafío: proporcionar la infraestructura material para un sistema de comunicación social rural, que incluía: una emisora (radio) y un centro de comunicación. Por esos años, en Aucayacu, casi no había medios de comunicación. Sólo existía una radio comercial privada (Radio Ribereña de propiedad de Segundo Ramírez) que apenas cubría el 10% del distrito. Habían pocos caminos, no había teléfonos y de cuando en cuando llegaban algunos periódicos desde Lima, capital del Perú.
Los Oblatos de la misión de Aucayacu se plantearon la creación de este sistema de comunicación social rural con el fin de que la población cuente con la información necesaria, y a la vez, se pueda lograr difundir conocimientos en el campo de la educación, la salud, la agricultura, etc. A través de la emisora poder llegar a las familias y a través de un centro de comunicaciones, abrir los canales de comunicación en la zona para que, a través de la comunicación se construya la comunidad.
Según el proyecto, Radio Ribereña se vería beneficiada con la renovación de equipos para la ampliación de la potencia (de 250W a 1K) y la parroquia podía tener un programa radial de evangelización y de desarrollo rural por unas 15 horas a la semana. Según los documentos encontrados en el archivo de la misión, se señala que "siempre había la propuesta de trabajar por radiodifusión". Al final, se logró el convenio por cinco años, desde 1987 hasta 1992, pero no se pudo cumplir con todo el convenio. Los misioneros se dieron cuenta que era necesario contar con una radio propia por el hecho de que la emisora local no respondía a las metas que se habían propuesto.
Fue mayo de 1989 cuando nace el Centro de Comunicaciones "Pillopinto". Este centro nace como parte integral de la acción pastoral de la parroquia Jesús Salvador. Lo que pretendía era incorporar a la población entera del distrito de José Crespo y Castillo en un proceso de comunicación que le permita recrear la comunidad perdida a causa de la situación económica, social y política que vivía el Alto Huallaga por esos años.
Varios eran los problemas que tuvo que atravesar este proceso de un proyecto comunicacional en esta zona: no había fuente de luz eléctrica confiable. Se carecía de formadores y capacitadores para la formación de un equipo. El apoyo de la Coordinadora Nacional de Radio fue crucial para enfrentar este desafío. El miedo y la zozobra que creó en la población tanto el grupo terrorista Sendero Luminoso como el Ejército Peruano. La situación socio-política de la zona era de una guerra. Gobernaba el terror. La violencia era muchas veces a extremos de salvajismo. Las patrullas y los ataques constantes. Muertes y desapariciones constantes. Imposible olvidar el ataque simultáneo a dos bases. Era junio de 1989. Luego, lo demás es una seguidilla de acontecimientos que hacen de la historia del Alto Huallaga, una de las zonas con más víctimas caídas, según consta en el Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación.
P. Pablo Feeley, OMI -fundador de la obra- fue nombrado por los misioneros y misioneras que trabajaban juntos en la misión, como el responsable del proyecto y del centro. En su año sabático de 1988, había estudiado un curso de un año de duración en el Centro de Investigación y Educación en Comunicación CREC - Internacional en Lyon - Francia (fundado y dirigido por un Oblato, el P. Pierre Babin, OMI).
P. Pablo Feeley, OMI lo tenía claro desde el inicio. Se basó en el diagnóstico socio económico de la colonización Tingo María - Campanilla (Tomo 1, página 17, Censira, 1972) que dice:
Crear un sistema de radiodifusión a nivel zonal que permita informar y difundir conocimientos sobre los aspectos más diversos. Un buen sistema de comunicación es esencial en la zona para superar problemas tales como, la acentuada dispersión de la población, la falta de acceso de y hacia las parcelas de los colonos, y el desconocimiento que éstos tienen, por ser emigrantes, en casi todos los aspectos relativos a sus nuevas condiciones de vida.
Instalando así una pequeña emisora en Aucayacu... se podrá emitir programas dirigidos a la familia colónica... Este sistema deberá estar a cargo de personal con cierto entrenamiento en radiodifusión y, sobre todo, conocedor de la zona y de sus problemas.
Entonces, los misioneros se trazaron tres objetivos. El primero, fue formar un grupo de jóvenes que se interesen por asumir la tarea de comunicar los hechos que ocurrían en la comunidad. Es así que unos 20 jóvenes formaron la Asociación de Jóvenes Aficionados al Periodismo (AJAP). La mayoría de los jóvenes estudiaban en el 4to y 5to de secundaria. Se formaron en cómo hacer entrevistas, redacción, mecanografía, imprenta y serigrafía. El segundo objetivo fue publicar una revista: El Trochero. Ella contenía diversos temas de actualidad e historia de los caseríos y de personas que hicieron obras en beneficio de los pueblos. Su circulación duró unos dos años y medio. El tercer objetivo era formar cinco jóvenes para producir programas radiales. Al término de la capacitación, el primer programa que se produjo se llamó "Cultivando Esperanzas", que salía al aire por Radio Ribereña una hora a la semana.
Es así como se empieza la evangelización a través de la radio. Mientras se construía en la segunda planta de uno de los ambientes de la parroquia, un espacio para contar con un auditorio, una sala de trabajo y una sala de grabaciones. Las metas tomaban cuerpo: ampliar la potencia y mejorar el equipamiento de la emisora radial existente y crear y operar un centro de comunicaciones.
Audio - Teatro - Prensa son los pilares del Centro de Comunicaciones "Pillopinto". Los talleres formativos se proponen fortalecer estas tres dimensiones de la comunicación en Aucayacu. La idea era llegar al inicio del año 1990 con una propuesta formativa que permita soñar con una radio propia en las instalaciones de la parroquia Jesús Salvador.
Es así como un 26 de noviembre de 1992 nace Radio Pillopinto. Con una pequeña cobertura se dió inicio a la transmisión de la radio. Años más tarde, cuando P. Hugo Choquez, OMI estaba a cargo de la parroquia, es quien cambia el nombre Radio Pillopinto a Radio Amistad. Durante estos años los Oblatos que venían a la misión se iban incorporando poco a poco al sueño del fundador: CONSTRUIR COMUNIDAD A TRAVÉS DE LA COMUNICACIÓN. El año de 1993 una Resolución Directoral del Ministerio de Transporte y Comunicaciones del Perú, le otorga a los Padres Oblatos de María Inmaculada la renovación de autorización del servicio de radiocomunicación privada, con una potencia de 100W.
El año de 1999, los Oblatos de la Delegación OMI PERÚ deciden constituir y registrar lo que hoy se llama la ASOCIACIÓN RADIO AMISTAD. Desde el año 2000 se cuenta con una licencia otorgada por el Ministerio de Transporte y Comunicaciones del Perú para una trabajar con una potencia de 250W. Desde el año 2016, Radio Amistad la potencia se eleva a 1K llegando a más caseríos, distritos y algunas provincias del Alto Huallaga.
Estamos culminando el año 2021 agradecidos a Dios por la colaboración de los laicos comprometidos en esta pastoral durante estos años. Son muchos los que se han formado aquí en este Centro de Comunicaciones y Radio Amistad. Culminamos el 2021 con una nueva torre y nuevas antenas, gracias a la generosidad de algunas provincias de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada y a la generosidad de los colaboradores, amigos y fieles oyentes que han aportado en el logro de este nuevo objetivo.
Estamos en camino, este 2022, a celebrar los 30 años de Radio Amistad. Queremos mantener el espíritu de los Oblatos y laicos que iniciaron la obra. Acompañar a la población del Alto Huallaga en este proceso de reconciliación es un desafío que hemos priorizado.
Feliz Año Jubilar 2022 RADIO AMISTAD MISIONEROS OBLATOS DE MARÍA INMACULADA.
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