Corrupción, economía maltrecha y emergencia social motivaron las multitudinarias marchas que se apoderaron del país durante las últimas semanas. La nación más pobre de Latinoamérica acumula sus crisis y depende de la ayuda exterior para no colapsar
(Informa France 24, Reuters - 12.03.2019)
(Información enviado por la Hna. Janeth Bellido RMM - desde Haití - 13.03.2019)
El padre Jean Denis Saint-Félix sj, Superior de los Jesuitas en Haití, ha emitido un comunicado advirtiendo a todo el mundo, pero sobre todo a los países de la región, sobre la catástrofe humanitaria, la irresponsabilidad de los dirigentes, en especial del presidente Jovenal Moïse, y la urgencia de un diálogo nacional para enfrentar una situación de crisis que ya cumple dos semanas de haber iniciado con violentas protestas callejeras contra el hambre y la corrupción del país caribeño.
Entre las principales reivindicaciones populares no cumplidas que asolan al país caribeño (el primero en obtener su independencia en la región) están el alto coste de la vida, la injusticia social, la pérdida de poder adquisitivo, una devaluación galopante de la moneda, la exigencia de justicia y la lucha contra la corrupción.
Los actos represivos de la policía han desencadenado disturbios que se propagan en todo el territorio haitiano. Los manifestantes opositores al gobierno aseguran que la policía antimotines los intenta detener y que las autoridades han matado a algunos de ellos. Un joven de 14 años que se encontraba a las afueras de un hospital murió por una bala. La madre asegura que fue la policía quien lo mató, según ha reportado la cadena estadounidense CNN.
La prensa y las instituciones ilustran el deterioro de la situación socioeconómica, con hospitales y centros de salud sin oxígeno durante varios días, supermercados con estantes vacíos y una creciente falta de acceso al agua, los alimentos y la atención médica de emergencia. Además, “los niños de familias de bajos ingresos se mueren de hambre en muchos de los barrios pobres del país”, advierte el padre Saint-Félix, quien se preguntó en su comunicado lo que muchos haitianos se están preguntando en estos momentos de tensión:
“¿Cuál es la salida? ¿Hasta dónde llegará el presidente de la República?”
Haití es un país proclive a los desastres naturales: dos de ellos, el terremoto de enero de 2010 y el huracán Mathew de 2016, han provocado muerte, desolación y fuga de miles de haitianos hacia República Dominicana o cualquier lugar que los acepte. La actual crisis económica y política, dice el periódico español ABC, “ha empujado a los haitianos a echarse a las calles en las últimas semanas, y podría echar por tierra los avances logrados por las organizaciones humanitarias en los últimos años y dejar a aún más personas en situación de vulnerabilidad, según advierte la ONU”.
Es la hora de dialogar
Para el padre Saint-Félix, el presidente Moïse debe marcharse, y “no solo porque las otras instancias del Estado son igualmente inadecuadas y corruptas”. El concepto expresado en una nota firmada por representantes de la Iglesia Católica, protestantes y anglicanos, dirigida a los principales protagonistas de esta dramática situación, es idéntico, según reporta la agencia vaticana Fides.
“Ha llegado la hora del diálogo que necesitan todas las capas de la sociedad haitiana. Es imposible ignorarlo”, dice el padre Saint-Félix. Y enfatiza que debe tratarse de un diálogo “nacional e inclusivo”, que requiere la participación de “hombres y mujeres honestos, competentes y creíbles” que conduzca “a una nueva Constitución, a instituciones verdaderamente republicanas, a una verdadera reforma económica y al proceso de PetroCaribe” (un fraude en el que participarían unos quince ministros y el actual presidente Moïse)
El país no cambiará si sigue careciendo “de una conciencia firme y sincera y de un compromiso patriótico para construir una sociedad más justa, más igualitaria y más próspera. Las ‘buenas personas’ que permanecen encerradas en la casa deben abandonar el silencio y el papel de espectadores”. Además del papel de la prensa, el padre Saint-Félix recordó las responsabilidades de los religiosos e intelectuales en la búsqueda de la justicia y la dignidad. (Tomado de “Aleteia”, 22 de febrero 2019).
LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS CALCULA EN 26 MUERTOS Y 77 HERIDOS LAS VÍCTIMAS POR PROTESTAS EN HAITÍ
Al menos 26 personas han muerto y otras 77 han resultado heridas por incidentes violentos desde el pasado 7 de febrero en Haití, como consecuencia de las protestas, según el recuento publicado hoy por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Agregó que ha “recabado información preocupante sobre bloqueos de calles, avenidas y carreteras; violencia dirigida a manifestantes; disparos esporádicos y detenciones de personas en el marco de las protestas”.
Asimismo, expresó su inquietud ante una situación que “ha tenido un impacto serio en la provisión de bienes y servicios esenciales para la alimentación, el agua potable y la salud, así como en el cierre de hospitales, escuelas, aduanas portuarias y aeropuertos”.
Las manifestaciones se han vuelto día a día más violentas, con saqueos de comercios, calles bloqueadas con neumáticos ardiendo y quema de vehículos.
Estos sucesos, que han aumentado la inseguridad en el país y han provocado un clima de incertidumbre, se producen en medio de una dura crisis económica, que se agravó este año por una fuerte depreciación del gourde, la moneda oficial, y una inflación galopante.
Aparte de exigir la renuncia de Moïse, al que la oposición culpa de la crisis económica, los manifestantes piden justicia por las supuestas irregularidades en el programa PetroCaribe, a través del cual Venezuela suministra petróleo a este país a precios blandos.
Una auditoría presentada la semana pasada por el Tribunal de Cuentas reveló irregularidades entre 2008 y 2016 en este programa y señaló a quince exministros y actuales funcionarios que están involucrados en este caso, así como una empresa que dirigía Moïse antes de llegar a la Presidencia.
El Gobierno haitiano ha hecho varios llamamientos al diálogo, pero las facciones de oposición más radicales, como el Sector Democrático y Popular, rechazan sentarse a negociar y anuncian nuevas movilizaciones tras unos días de relativa calma. (Tomado de “Diario Libre”, 25 de febrero 2019).