25 DE JULIO
DEL 2015, UNOS 25 AÑOS DESPUÉS
REENCUENTRO
DE EGRESADOS
PROMOCIÓN “MARIANO
MELGAR” – 1990 (Los Incendiarios)
C.N. Carlos Wiesse – COMAS – LIMA
La historia humana está hecha de pequeños y grandes
momentos y/o acontecimientos que la vida misma nos ha regalado como un don
maravilloso que nos permite crecer y madurar. Nuestra historia misma está llena
de multicolores pinceladas y escritos que leídos en retrospectiva son capaces
de arrancarnos una lágrima porque simplemente nuestro corazón ha sido marcado con
el grato recuerdo para toda la vida. Digo grato recuerdo porque de alguna
manera, aunque sean difíciles algunas circunstancias, terminamos siempre dando
gracias a Dios por haber aprendido algo de aquello que pareció difícil o casi
imposible en su debido momento.
No podemos imaginar nuestra historia sin la
presencia de personas claves que nos han permitido sonreír, gozar, discutir
posturas, pelearnos quizás porque a veces en la adolescencia nos gana el afán
del deseo de ganar o de simplemente alimentar nuestro pequeño ego que se iba
formando. A estas personas claves se les llama AMIGOS.
Un conocido filósofo de la antigua Grecia -Aristóteles- ya
lo decía alguna vez: “La amistad…, es lo
más necesario para la vida”. Y para una vida buena y feliz. Convencido de
lo que enseñaba, señaló que “nadie
querría vivir sin amigos, aun estando en posesión de todos los otros bienes”
(Ética a Nicómaco, VIII 1, 1155ª5-6). Y por otra parte, además de necesaria, la
amistad es algo noble, es algo hermoso. En la secundaria decíamos “que bacán tener amigos”. En definitiva, puesto que los seres humanos
somos animales sociales, que al tender a la convivencia con otros seres
humanos, la amistad constituye la realización más plena de la sociabilidad y la
forma más satisfactoria de la convivencia.
Compañeros y compañeras de la Promoción “Mariano
Melgar” – 1990. Mientras ustedes están reunidos compartiendo, tratando de
escuchar estas líneas, quiero decirles que si he empezado este escrito hablando
de la amistad es porque quiero dar gracias a Dios, -y creo que no soy el único-, por cada uno de ustedes, por todo lo
vivido, lo compartido durante cinco años en la escuela secundaria. Todavía
tengo fresca la memoria para recordar algunas anécdotas como estas:
-
A ver… ¿Quién
recuerda porque nos conocen como LOS INCENDIARIOS?... Solo algunos episodios:
cuando estábamos en 4° de secundaria, por ejemplo, mientras…, -y lo digo con respeto…- “la chata
Bardales” – profesora de Psicología – mientras se daba la vuelta para escribir en la
pizarra, aparecía un avioncito de papel prendido con fuego dirigido a ella. No
puedo dejar de recordar el famoso código de silencio que se impuso: “¡¡¡Nadie habla, nadie dice nada, nadie tira
dedo. Quien lo hace… mmm, povechito….!!!!”
Jajajaja…. Los apanados estaban a la orden del día, el código de silencio era “sagrado”.
Creo que todos pasamos por un buen apanado. Hasta los más tranquilitos que se
sentaban siempre en las primeras carpetas.
-
Otra linda…
¿Quién recuerda cuando en la clase de Biología nos pidieron hacer un
esqueleto?... mejor no escribo de donde sacamos los huesos…. Jajaja. Recuerdo
que el trabajo lo empezamos en mi casa, vino mi viejo, lo encontró en la mesa
de mi sala y al día siguiente, el esqueleto estaba rodeado de velas encendidas. Tremenda p…..
que me dieron. Desde ese día lo paseamos por las calles y recorrió algunas
otras casas. Lo más interesante que ganamos el concurso.
-
Una terrible
que algunos de uds me retaron… ¡El motazo a la profesora Polanco!... era 4° año,
un día al terminar el recreo, ella subía por las escaleras. Me tocó asumir la travesura.
Todos corrimos, ella ingresó con la cara llena de tiza en polvo, y luego el
Auxiliar Ríos dijo… “Babosos…!!! luego conversamos”… jajajaja. Nadie dijo nada,
ese tiempo no se supo quién fue. (ups… ahora se desveló el misterio).
-
El viaje de
promoción cuando nos fuimos a Huaraz… todos cantábamos y escuchábamos música a
alto volumen. Nuestro querido compañero Fernández, más conocido como “el
relator de cuentos”, sufrió de mal de altura y no sabíamos que hacer. Después
del cambio de chofer, casi al amanecer, el bus casi se va al barranco. Se
detuvo, y luego apareció el chofer quien nos dio una p….. porque no le dejamos
dormir durante el viaje… terrible!!!!
-
Una más… ¿quién
recuerda el cine Rely?... al costado de la casa de Rony Ramos. Este tema lo
dejo para que lo compartan. No es prudente escribirlo…. Jajajaja
Tantas pendejadas, tantas ocurrencias… no es
posible escribirlas todas. Lo que si es cierto es que será lindo recordarlas. Con
un par –o quizás más- de “elenas bien al
polo”...
Cuando asumimos el reto de ir al Cuzco, estábamos
en 3° de secundaria. Al año siguiente, 1989, el paquetazo de Alan García nos
jodió todo, porque el dinero ganado no alcanzaba. La medida fue inmediata.
Dialogar con todas las promociones y ayudarnos. Teníamos que llegar al objetivo…
EL VIAJE DE PROMOCIÓN. Así que desde ese año empezamos con las fiestas. La
primera fue en la casa de Breyner Sánchez… “EL OREJERAS”… yo no fui porque la
tifoidea me tumbó a la cama… jajaja. Pero a las otras fiestas, allí sí nos
encontrábamos, sobretodo en “el Bahía”… -¿lo
recuerdan?- Cada fin de semana era ley: -“nos
vemos a las ocho”-. El compromiso era que ayudábamos a la promo que le
tocaba la fiesta y así nos ayudábamos todos. Hasta que llegó la mitad del año
1990 y el famoso FUJISHOCK casi nos mata la esperanza… Menos mal que nuestras
viejitas nos ayudaron y las famosas polladas estaban a la orden del día.
Bueno… han pasado 25 años desde ese aquel
1990 que dejamos el colegio. No puedo dejar de mencionar y recordar a nuestro
querido “charapa”… emocionado fue al Ejército Peruano al año siguiente, y por
esos avatares del destino fue uno más, de las víctimas que trajo consigo todos
estos años de violencia que vivimos en nuestro país. Pido que hagan un minuto
de silencio y que recordemos a nuestro compañero y amigo RUBENS AUGUSTO FLORES
SÁNCHEZ.
Gracias por este tiempo. Muchos de ustedes
ya con su familia y con hijos. -No sé si
todavía hay algún soltero… y si lo hay, a los 40 es preciso dialogar este tema
con calma y como “patas”-. Probablemente es una opción la soltería hoy. Yo
decidí asumir ser sacerdote. Les confieso que no fue fácil. Siempre le pregunto
a Dios ¿Qué pasó por su cabeza cuando decidió llamarme a esta “locura” de
seguirlo? Lo importante es que estoy feliz. Siempre agradecido a Dios por este
llamado y porque me desafía a cada instante. Como para ustedes, la vida es un tremendo
desafío que cada uno lo ha asumido con entereza y dedicación. Cada uno tiene
una motivación grande que le permite vivir, soñar, crecer.
FELICIDADES A TODOS Y TODAS. LES BENDIGO A
TODOS Y A SUS FAMILIAS, Y RECORDEMOS SIEMPRE QUE “DONDE HAY UN CARLOWISINO, HAY UN CABALLERO”
Roma, 25 de julio del 2015
ROBERTO CARRASCO ROJAS, OMI