La consulta previa
en el río Napo (Cantón Aguarico)
Vuelven los tiempos
coloniales del “Requerimiento” que ahora llaman “la Consulta Previa” para la
explotación petrolera.
Desde hace muchos
lustros, ya olvidados, no se había conocido en el río Napo un conflicto
socio-económico de la envergadura y confusión del que se da en la actualidad.
Desde los tiempos del caucho que dejó la selva arrasada y despoblada, nunca un
proyecto económico extractivista se había direccionado con tanta intensidad
destructiva hacia la obtención de un solo recurso de exportación, el petróleo.
Tiene las
características de una verdadera avalancha, ¡van a por todo: cultura y
naturaleza¡ y produce estampidas masivas de colonización en busca de dólares y
de trabajo, que como señuelo del “bien vivir” organizan las empresas
extractivas, el Estado y el capital multinacional.
Este es otro “boom”
de los muchos que se han ido sucediendo en la amazonia. Todos ellos han sido
catastróficos para la selva y sus recursos,
para la gente y sus culturas. Se caracterizan por los impactos
destructivos del hábitat amazónico y el genocidio, debido a la concepción
capitalista y a sus métodos extractivitas y mercantilistas.
En la amazonia
estamos acostumbrados a vivir a punta de “booms”. Una suerte de invasiones
extranjeras de saqueo permanente, ¡así nos va!: el “boom” del oro y la canela,
el “boom” del caucho, el “boom” de las haciendas y ahora el “boom” del
petróleo.
Actualmente las comunidades nativas están en el centro de una
vorágine de vértigo, violencia sicológica de duda y confusión y de permanente
acoso de los relacionadores comunitarios de las compañías, que al mejor estilo
de los “oidores” de los tiempos de la colonia se meten, a cualquier hora del
día o de la noche, a las comunidades con sus papeles, convenios y contratos.
Seguramente que los
abuelos naporunas de Baeza y Archidona oyeron las ininteligibles y amenazantes
cláusulas del “Requerimiento” de boca de los conquistadores, de la misma manera
que las van oyendo sus nietos de las comunas del río Napo del siglo XXI. Parece
que nada hubiera cambiado en el ánimo de los conquistadores, a parte del
nombre: ahora no se llama “Requerimiento”, se llama “Consulta Previa”.
Los convenios de las
compañías promovidos por sus relacionadores comunitarios son una adaptación mal
hecha a los tiempos actuales, de las exigencias del “Requerimiento” por las que
nos proponen las bondades, ventajas y bien vivir del sistema petrolero. El
“Requerimiento” fue leído por primera vez en tierras americanas el l2 de Junio
de l654. Por Juan de Ayora, en las costas de Santa Marta (actual Colombia),
hace 4 siglos.
“…. Por ende, como
mejor puedo vos ruego e requiero que entendáis bien esto que vos he dicho, e
toméis para entenderlo y deliberar sobre ello el tiempo que fuere justo… si así
lo hiciéredes haréis bien a aquellos que soys tenidos y obligados, a sus
Altezas, e yo en su nombre digo que vos recibirán con todo amor y caridad… e
allende desto, sus Altezas os darán muchos privilegios y exenciones, e vos
harán muchas mercedes.
El documento del
“Requerimiento” después de concienzudos debates, recomienda la validez del
título de donación de las tierras de los indios al rey de España. La Junta de
Valladolid acordó que el rey “podía enviar a requerir a los caciques indios que
se las dieren, e que si no se las quieren dar, les podían hacer la guerra e
tomarlas por la fuerza”. Ahora se llama “Consulta Previa” y en términos
generales conservan los mismos términos y procedimientos.
Achakaspi
(José Miguel Goldaraz)
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