¿Qué tipo de profesor merecen nuestros hijos?
Por Roberto Carrasco, OMI
En estos últimos tiempos se
reflexiona mucho sobre la labor del docente y la tarea de los padres de familia
dentro de una larga lista de valores que nacen dentro de la cultura y de la
familia. Por su parte, el estado peruano viene desarrollando “nuevas”
propuestas pedagógicas y políticas dentro del marco de la carrera pública
magisterial y de las Escuelas Perú. Mucho se dice pero en realidad no hay
decisiones reales para mejorar la educación en el Perú y concretamente en la
amazonía. Todavía se hacen contrataciones o adjudicaciones que responden a
favores políticos. Los exámenes que rinden los profesores se han visto
envueltos en una triste corrupción, pasando de mano en mano, antes que llegue
la fecha indicada de la examinación. Proliferan universidades privadas que
preocupadas por generar lucro no acompañan un proceso de formación efectiva de
sus estudiantes, que después de unos años, simplemente por pagar la cuota
mensual y rendir evaluaciones a distancia aprueban y encima terminan de
licenciados en educación, cuando en realidad nunca pasaron por las aulas y por
ende los conocimientos se quedaron solo en un papel o en un archivo que se
adjunta para tan fácilmente ser aprobado. Es lamentable que nadie vigile esto. La
región Loreto en comprensión lectora ha sacado como promedio 1.1% y en
razonamiento matemático 0.4%, ocupando así el último lugar en el país – así lo
indica los resultados de las evaluaciones de los años 2010-2011 –
Recorriendo el Alto Napo me
encontré con la sorpresa de un profesor contratado este 2013 para 30 horas,
bilingüe y de la especialidad de Educación Primaria. Aquí una secuencia de
denuncias que carga sobre sí:
Su nombre es Bersolino Dahua
Duende. Empezó sus labores en marzo 2013 en la escuela de la CN kichwa de San
Carlos – río Napo. Allí, según la denuncia formulada por los padres de familia
y las autoridades de la comunidad, el 26 de marzo de este año, paleó en las
piernas y en las nalgas a seis menores de edad. Los estudiantes quedaron casi
una semana con las piernas y las nalgas hinchadas incluso hasta con fiebre,
producto del salvaje accionar de su profesor en horas de clase delante de otros
niños. Los padres de familia y autoridades en reunión comunal deciden expulsar
al profesor del pueblo. Se firma un acuerdo que este profesor debía de pagar la
suma de S/. 50.00 a cada padre de familia por reparación civil. Hasta la fecha
no se ha cumplido. El director de la escuela por querer llevar internamente
esta situación, al parecer, no da parte a la UGEL del caso. Vaya sorpresa que
por “gracia” de la RER Napo es – según versión del mismo profesor – rotado en
agosto a la CN Nueva Cajamarca. A esta comunidad llegó y estuvo cinco días. Se
reunión con los moradores, quienes le dieron a petición del docente – según
consta en actas de la comunidad– unos 26 racimos de plátano y la cantidad de
S/. 150.00 para los trámites de matrícula de los niños en la ciudad de Iquitos.
Otra sorpresa fue que los
primeros días de setiembre, el mencionado profesor se apersona a la
coordinación de la RER Napo y le entregan un nuevo memorándum señalando que ha
sido cambiado a otra comunidad, a petición de él mismo ya que su esposa labora
en ella. Según lo manifiesta el profesor Dahua, que pidió al coordinador de la
RER Napo su cambio argumentando que por unión conyugal pide trabajar en una
escuela donde hay 45 niños y una docente. Hasta la fecha, el apu de la
comunidad kichwa Nueva Cajamarca, sr. José Céspedes Cotrina Gonzales, sigue
esperando un profesor para los niños de su comunidad, quienes están matriculados
y ya por terminar el año académico 2013, ningún docente ha trabajado en su
comunidad y los niños están en abandono – probablemente algunos terminen
aprobados y otros desaprobados–. A pesar que, según señala el profesor
Bersolino Dahua, se le manifestó en la RER Napo que hay un profesor destinado a
la CN Kichwa Nueva Cajamarca desde setiembre de este año – probablemente sea
enviado otro docente que ha sido expulsado de otra comunidad por serias
denuncias–.
¿Tenemos derecho de hacernos
muchas preguntas sobre este caso?, ¿es el único caso en nuestra cuenca?...,
seguro que no. Resalto mucho la labor de vigilancia que han asumido los padres
de familia y los apus en este tema. Denunciar y pedir que se respete el derecho
de sus hijos es una tarea que los padres de familia y los apus han decidido
asumir y ahora le toca al Estado corregir y sancionar seriamente a los
responsables de la RER y de la UGEL Maynas, antes que se ponga a navegar en un “crucero”
de la Armada Peruana cuyo costo para su funcionamiento costó más de un millón
de soles, como si fuera esto la solución
a este tipo de problemas.