V SIMPOSIO DE TEOLOGÍA INDIA
San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México
Del 13 al 18 de octubre del 2014
REVELACIÓN DE DIOS
(PACHAYAYA) A LA CULTURA ORIGINARIA (NAPORUNA)
P. Roberto Carrasco, OMI – desde CEFIR
A manera de presentación
Empiezo esta exposición agradeciendo
a Juan Marcos Mercier, OFM y a José Miguel Goldáraz, OFM Cap. quienes durante
40 años han rescatado -escuchando a los
indígenas de la cuenca del Napo y a los agentes de pastoral con quienes
convivieron durante estos años-, valiosos aportes para la reflexión
teológica y el trabajo de la pastoral indígena en este lado de la amazonía que
une Perú y Ecuador.
La cultura naporuna se desarrolla a
lo largo de toda la cuenca del río Napo. Este une dos países hermanos: Perú y
Ecuador. La primera evangelización data del siglo XVI cuando después del
descubrimiento del Río Amazonas por una expedición comandada por Francisco de
Orellana, decidieron salir de Quito rumbo a la exuberante selva, y así recorrer
río abajo toda la cuenca encontrando a lo largo de todo este recorrido un sin
número de pueblos originarios, indígenas de diversas etnias, probablemente en
su mayoría Omaguas, conocidos como los encabellados. Años más tarde los
jesuitas desarrollarán una especie de reducciones tipo asentamientos en la
zona. Al parecer, la lengua kichwa es traída desde Quito por los misioneros
para “uniformizar” a todos los pueblos que encontraban y desarrollar así la
primera transmisión del Evangelio en estos pueblos.
Esta reflexión recogida por Juan
Marcos y José Miguel, transmitida por los rukukuna –ancianos de la comunidad– llevó a la creación de un centro de
formación indígena regional de nivel avanzado para el pueblo Runa de habla
kichwa de la Amazonía ecuatoriana y peruana. Cinco vicariatos comprometidos: Sucumbíos,
Aguarico, Napo, Puyo del Ecuador, y San José de Amazonas del Perú. El CEFIR
nace el 15 de noviembre de 1992, en la Isla Pompeya del río Napo, Vicariato de
Aguarico, a petición expresa de los catequistas indígenas y el apoyo sincero de
los señores obispos de los Vicariatos.
De la fe en Pachayaya. De la fe en
Jesús y los valores del Reino. Y De la fe en la cultura y en sus valores. Creemos
en Pachayaya como nos enseña la cultura. Creemos en Jesús como nos enseña
Pachayaya. El mensaje de vida de Pachayaya y de Jesús son los valores. La fe no
nos viene de los españoles desde los tiempos de la conquista, ni de los
mestizos, ni de los misioneros ni de otras religiones.
La fe nos viene de Pachayaya,
lo mismo que vienen Jesús, los valores del Reino, los valores de la cultura (Semillas
del Verbo) y la fuerza espiritual de vida (Samay). Se nos han revelado y
estamos llamados a vivirlos: como hombres de fe, oración, sacrificio y
compromiso al estilo de Jesús.
La cultura naporuna cuenta con bases
seguras para una fe firme y una vida de compromiso y testimonio. En ella
encontramos las “Semillas del Verbo” que nos trasmitieron nuestros sabios y
antepasados a través de los valores culturales:
1.- Todos hablamos de Pachayaya
(Padre Creador) que vivió con los runas, que anduvo por la selva, enseñando,
cuidando y haciendo el bien. Un Dios cercano, que visita las familias, que
comparte. Un Dios que viene a nuestro encuentro en la comunidad.
2.- Hablamos del Churi (Hijo Mayor - Ruku) que, después de que se fue
Pachayaya, tomó la vara de mando de su Padre para vivir con los hombres.
3.- Hablamos del Samay, (el Espíritu
de vida) que está en todos los seres de la creación y en el hombre, y los
mantiene en la vida.
Los valores: para la cultura
(valores culturales) y para Jesús (valores del Reino) son el corazón de la fe y
la razón de vivir el compromiso cultural y cristiano. Son los que muestran el
rostro indio (naporuna) de Jesús. Tenemos que conocerlos, vivirlos y
cumplirlos. Son nuestros valores. Son la revelación de Pachayaya (Dios) a esta
cultura.
Para los naporunas: “Nuestras raíces no están en nuestros
abuelos, pues ya han muerto y no está bien tener las raíces muertas. Nuestras
raíces, como naporunas, están en nuestros valores culturales que están vivos y
nos hacen vivir”. Tampoco vale tener unas raíces secuestradas, ultrajadas y
menospreciadas por la cultura y religión occidental como están las nuestras.
Cuando Jesús habla, vive y actúa, lo hace desde los valores del Reino
(valores culturales judíos). Jesús acepta, acoge, se encarna, vive y actúa
desde nuestros valores culturales. Como naporunas vivimos de la fe en Pachayaya
como nos enseñan la cultura y Jesús: “de
lo que vemos, vivimos y testimoniamos vamos a hacer la Iglesia Católica Runa”. “De
lo que vivimos y sabemos vamos a hacer la catequesis de la Iglesia Católica
Runa”.
La fe en los valores de la
cultura y en los valores del Evangelio de Jesús nos hace entender, vivir y ser testigos.
Esta fe que nos hace testigos es nuestra fuerza y razón de vivir: por ella
vivimos y entendemos, por ella damos ejemplo de vida: “KIKIN RUNA KASHKAMANTA”.
Por esta fe confiamos, sentimos el sufrimiento de nuestros hermanos,
resistimos, curamos, ayudamos…
1.- VALORES FUNDAMENTALES DE LA CULTURA (PRINCIPIOS DE ESPIRITUALIDAD
CULTURAL):
·
Llakinakusa Kawsana: vivir amándonos
unos a otros.
·
Parihulla Kawsanakuna: vivir como
iguales, equidad, dignidad, sociedad igualitaria.
·
Yanapanakuna Kawsana: vivir
ayudándonos. Este es el principio de autoridad (la autoridad es la que ayuda,
la que sirve)
·
Kuyanakusa Kawsana: Vivir compartiendo.
·
Aylluyasa Kawsanamanta: vivir como
familiares los unos con los otros. Es el valor de la comunidad.
·
Allichisa Kawsanamanta: vivir
reconciliándonos permanentemente.
·
Kushy Kawsanamanta: vivir alegres.
·
Sumak Kawsanamanta: vivir en
armonía con toda la creación.
·
Lukar Kawsanamanta: vivir en
libertad.
·
Runa Kanamanta: ser persona, ser
gente.
·
Pakta Runa Kana: Ser persona digna
(ser iguales).
·
Paktachik Runa Kana: ser hombre de
palabra, cumplidor. (valor de la palabra dialogada)
·
Ally Shunkuyuk Runa Kana: Ser de
buen corazón.
·
Kuska Runa Kana: ser honrado, ser
fiel, ser justo.
La Iglesia Católica Runa está en
búsqueda de su cara indígena revelada en Jesús. Ahora tiene cara de mestiza.
Los primeros cristianos continuaron
yendo al templo, hacían y vivían como los creyentes judíos (eran judíos), pero
según cómo vivió y enseñó Jesús. La búsqueda se concretizó en una manera de
vivir “los valores del Reino” (judíos) como los entendió, vivió y enseñó Jesús.
La novedad consistió en el modo de vivir, el modo da pensar, de
predicar y de ser consecuentes con lo que creían y decían. Esa fue la cara de
Jesús hombre: “KAYKAMI KIKIN JESUS”, de las primeras comunidades cristianas, la
de los Hechos de los Apóstoles y de san Pablo.
Las primeras comunidades cristianas que
conocemos (occidental) nacieron también de una manera de vivir, de pensar, de
predicar y de hacer; con sus sacramentos: formas de vida, ritos, signos,
palabra, oración… al estilo occidental, tal como la vivimos ahora.
La Iglesia Católica Runa
nacerá y desarrollará de una manera de pensar, vivir, de predicar, cumplir,
orar; con formas de vida, ritos, signos, palabra y con sus formas propias. Es
muy importante decir la palabra inculturada en la “KAMACHINA”-CONSEJO- y en
nuestras catequesis. Las verdades que están sembradas por Pachayaya en la
cultura como semilla, esperan su expresión. Invitan a manifestarse en los
valores para que broten y para que a través de ritos propios celebren la vida
diaria: “TUPANA” (encuentros de familia después del bautismo, compadres), “ALLICHINA”
(ritos de reconciliación), “SAWARINA” (ritos de matrimonio), “SHUTICHINA”
(ritos del bautismo), “WAÑUNA” (ritos funerarios)…
La Iglesia Católica Runa tendrá el
rostro indio de Jesús (runa) si cumple y vive los valores de la cultura y el Evangelio.
No es sincretismo, ni traición sino concretización, nacer, encarnación de Jesús
en la cultura. Hoy en día es un sueño la inculturación, un anuncio.
Inculturar es vivir y hablar el lenguaje
de Pachayaya a través de signos culturales. La Iglesia Católica Runa se hace
con la fe en Pachayaya con Jesús y con los valores. De los valores sembrados por Pachayaya en la cultura originaria
naporuna brotaron las “semillas” de los ritos de la vida diaria: “TUPANA”…
Entendemos el término cultura como
la “herencia social”: es el saber, los saberes de una
sociedad, el conocimiento y creencias, los ritos y sabiduría mítica, la
palabra, costumbres y formas de vida, identidad, formas de servir y de organización,
artes y ciencias, cultivos y alimentos. La cultura naporuna es otra cultura a
la occidental, no son alternativa la una para la otra.
Da la impresión de que las culturas
carecen de valores; los misioneros tienen todo para dar y enseñar, nada para
aprender y recibir. Esto no ayuda a presentar a Jesús y a recibir su mensaje:
Jesús es un extranjero.
¿Cómo podemos encontrar en nuestra
cultura a Jesús?
Hay que inculturarlo (Encarnación): es como enseñar a Jesús a rezar a
Pachayaya y a hablar en “RUNA SHIMI” y a vivir “RUNA LAYAWA”, para que como “RUNA”
nos haga la “KAMACHINA” que completará nuestra vida y cultura.
No se evangeliza desde el
Evangelio y con el Evangelio, sino desde Jesús inculturado, desde la cultura
evangelizada por Jesús. No se convierte a las personas, se evangeliza a las
culturas (valores). El problema es catequético: no
anunciamos a Jesús desde la cultura, sino desde el Evangelio occidentalizado,
desde una doctrina cristiana.
B) Una manera runa de vivir los valores (sociales y personales) del Reino.
El ministerio de la Iglesia Católica
Runa tiene que nacer de la cultura, no se impone ni desde afuera, ni desde
arriba (poder), ni desde otra cultura. Nace desde los sin poder, como un
servicio, con el sacrificio del que da a luz y con paciencia. Nace del Espíritu,
para la comunidad.
El Espíritu del Reino de Jesús
y su fuerza, característica de la Iglesia Católica Runa no está tanto en una
doctrina cristiana sino en la práctica de una vida cristiana runa, viviendo el
mundo cultural propio según unos valores. No está tanto en enseñar como en
servir, no está en la autoridad del maestro, sino en el servicio igualitario
que promueve.
Definición de Iglesia Runa: “JESUSTA KIRIK AYLLU”.
Jesús define a la Iglesia como
“Reino de Dios”. El Reino de Dios está allí donde se viven los valores del
reino. El mayor servicio (cargo, autoridad) no está en ser maestros, tener un
poder sobre los demás, sino en ser servidor, ocupar el último lugar. Lo que da
autoridad no es el cargo, sino el servicio, el cumplimiento y su enseñanza por
la “KAMACHINA”, como lo hacían los mayores en el “ayllu - familia”.
IV. - JESÚS MODELO DE INCULTURACIÓN
1) Jesús completa la revelación que le faltaba a la cultura judía.
2) Jesús completa la revelación que le falta a la cultura naporuna.
Nuestra cultura, como la judía, es buena pero no cristiana. Le falta a
Jesús para que se complete la revelación de Pachayaya. Jesús tiene que hacerse
naporuna, como se hizo judío, para que podamos vivir como Pachayaya quiere que
vivamos, para que nos pueda hacer la “KAMACHINA” y nos salvemos. “Si Jesús, hijo de Pachayaya, no puede
hacerse naporuna, tampoco nosotros, como naporunas, podríamos constituirnos en
Iglesia Católica Runa. No podríamos ser hijos de Dios, seguidores de Jesús, salvados
por Él”.
Nuestra cultura espera un salvador;
¿sigue esperando a Jesús runa que complete nuestra cultura? O ¿espera a algún
Jesús MISHU –mestizo– como salvador? Nuestra cultura naporuna es buena pero no
cristiana. Le falta a Jesús que completa la revelación a esta cultura original.
Nuestra historia no da para un salvador al estilo MISHU que nos esclavizó.
Jesús es liberador. No un conquistador mestizo.
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