(Perú) La sabiduría andina, sus rituales y el Cambio Climático
Los miembros de la familia dejaron caer sus cargamentos de herramientas y provisiones respirando profundamente el poco oxigeno del aire montañoso, antes de acuclillarse o sentarse en este lugar de descanso llamado hamana. Un lugar donde se celebran rituales con una panorámica directa hacia el glaciar. “Esto la ayudará a aclimatarse”, dijo don Antonio mientras me entregaba un puñado de hojas de coca y su esposa le servía en un recipiente de calabaza cerveza de maíz fermentado- derramando un poco sobre el piso en devoción a la tierra-. doña Francisca me indicó un lugar para descansar sobre una roca acogedora mientras el sol salía detrás de la montaña.
Momentos después, la luz brillante del sol se reflejó sobre las herramientas metálicas y un adorno que colgaba de la muñeca de Don Antonio. Era un reloj, un artículo recientemente accesible a la población en general. Curiosa pregunte “¿qué hora es?”. Don Antonio primero dirigió su vista hacia la posición del sol, luego miró su reloj y finalmente dirigiéndose a mi dijo “Inti hatunnam,” que significa “el sol está creciendo.” Mientras el sol circunda en el cielo se considera que aumenta de tamaño hasta el medio día, por lo cual el sol comienza a encogerse cuando viaja hacia el horizonte por el oeste. En otro momento cuando le pregunté a una aldeana de avanzada edad cuándo sería conveniente visitarla, se quedó pensando por un momento y respondió “Inti ichikllam” que significa “cuando el sol sea pequeño y esté en la parte baja del cielo”. Refiriéndose a la puesta de sol.
Los tiempos y estaciones son muy importantes para la cultura andina. Un aspecto clave de las festividades andinas es el ritual de la cosecha del hielo. Personas de las tierras bajas ponen el hielo en sus sopas y bebidas para celebrar el vínculo entre la comunidad y las deidades de la montaña alta, que proveen agua esencial para los cultivos. Este tipo especial de hielo es considerado medicinal, categorizado como ‘caliente y seco’ y es aplicado sobre alimentos que provienen directamente de elementos fríos y mojados. La ceremonia del hielo es un punto focal de los grandes peregrinajes en el continente suramericano, Quyllur Rit’i (“Estrella de Nieve”). Esta celebración congrega cerca de diez miles creyentes cada año durante la luna llena y antes del solsticio de junio en la región sureña del Cuzco, en la montaña Qolqepunku (literalmente, “puerta de bodega”) en referencia a la estrella que guía la constelación Pléyades observada desde esa perspectiva en ese momento del tiempo. Sin embargo, cuando los glaciares retroceden, no solamente es más difícil alcanzar el hielo, sino también tocarlo, cultivarlo y bailar sobre este es ahora prohibido. Esta limitación causa problemas a los grupos de bailarines, músicos y creyentes para que puedan llenar esa obligación espiritual en el lugar donde una vez existió el glaciar.
En el callejón de Huaylas, consumismo y apreciación de hielo siguen vigentes pero de forma diferente. Un anciano sembrador de cultivos, el Sr. Teodoro, ha hecho famosa a la ciudad provincial de Carhuaz por sus sabores de helado con frutas nativas de cada temporada. Él relata que “dejábamos la casa a las 3 a.m. para alcanzar el hielo antes del amanecer. En el lago alto, Shonquil, poníamos nuestras hojas de coca masticadas para calmar la montaña para así rápidamente acercarnos al glaciar. Este es el momento más peligroso. Usted debe estar seguro de sí mismo y saber cómo relacionarse con la montaña, de lo contrario podría ser asesinado, llegar a enfermarse y hasta morir. Es muy importante trabajar hábilmente; debe cortar el hielo, cargarlo sobre su espalda y luego correr montaña abajo a toda velocidad sin mirar hacia atrás. Me apuraba a casa y alrededor de las 10 a.m. servíamos cremoladas en la plaza para la fiesta de Mamá Meche (Celebración de la Virgen de las Mercedes, santa patrona de Carhuaz en el equinoccio de setiembre)”.
Las comunidades en la quebrada Hualcan manejan comunalmente tierras propias que llegan hasta el glaciar, y aún se permite el cultivo de hielo para rituales y para propósitos medicinales exclusivamente para miembros de la comunidad. En mi visita a los pastizales comunales, mas de 12,000 pies de hielo removido, Don Eulogio señaló el lugar en el lado obscuro de las montañas rocosas que una vez fue alcanzado por el glaciar. Expresó su profunda tristeza al recordar su experiencia de recibir el hielo como regalo de la montaña al pueblo en señal de mutuo cuidado y respeto entre el medio ambiente y los habitantes. Nuestro especialista en el lenguaje Quechua, conocimientos y conceptos, Martín León Huarac, dice que los granjeros locales explican el cambio climático en términos de patsa puqun. Una noción de que la tierra está en un avanzado estado de madurez, tal vez incluso fermentación, debido el calentamiento de las altas planicies y zonas ecológicas que afectan las actividades pastoriles.
Los andinos no conceptualizan procesos temporales y astrales para los ciclos que son inevitables. Pero consideran en cambio que la actividad humana, en formas de rituales y trabajo responsable debe efectuarse para guiar y asegurar mejoras en la relación de los humanos con el medio ambiente. Patsa, como tiempo-espacio puede ser verbalizado como patsaakaatsiy: adaptación y aclimatización de los humanos y plantas para las condiciones de cambio ambiental. Puquy se refiere a la maduración pero esta tiene su máxima expresión en lo que está apropiadamente maduro. Después la fermentación comienza y puede llevar a la putrefacción en vez de que sea un ciclo deseado cuando los frutos de la cosecha regresan a la semilla para traer de nuevo la vida.
Para la región de los andes de América del Sur, los conceptos de espacio-tiempo como los explican las élites incas continúan profundamente intrincados en la cosmovisión actual de los pueblos quechua hablantes. Las interacciones entre los seres humanos y su entorno pesan fuertemente en la interpretación del mundo y la sociedad en la que vivimos. Razón por la cual un cambio climático tiene profundos efectos sobre el pensamiento y las acciones de los habitantes de los Andes (ver Murra, J. El “control vertical” de un máximo de pisos ecológicos en la economía de las sociedades andinas. Visita de la Provincia de León de Huánuco en 1562. [Huanuco, Perú: Univ. Nac. Hermilio Valdizán]).
El dramático paisaje del glaciar de los Andes es central para las actividades de organización social donde las comunidades manejan cultivos dispersos agrícolas en diferentes altitudes con características ecológicas peculiares. Perú tiene una enorme agrobiodiversidad que ha contribuido a un mayor número de plantas comestibles para la dieta humana alrededor del mundo, más que en cualquier otra región. Debido a esto, los efectos del cambio climático en la seguridad alimentaria son importantes para sus habitantes y para la experimentación de los cultivos.
El tiempo en la mentalidad andina es cíclico, entronizado en procesos biológicos y sociales que dan forma y significado a los conceptos de cronología y momentos apropiados para la acción humana. Humanos y naturaleza se combinan en relaciones de causa y efecto en las cuales los rituales son canales de comunicación y reciprocidad. Los procesos de la vida son aplicados para describir las estaciones anuales y eras significativa, según entendidas en el uso de los términos Quechua patsa y puquy.
Ritual y Cambio Climático
Nuestro Centro para el Bienestar Social en el valle de Hualcan (Quebrada Hualcan), de la cordillera blanca, explora problemáticas sobre cambio climático aquí en la gama tropical más alta del planeta donde los glaciares son bodega de un número significativo de reservas de agua fresca. Nosotros trabajamos con las comunidades Quechuas tradicionales y con los investigadores de un espectro amplio de disciplinas tales como la glaciología, geografía, estudios ambientales, salud pública y antropología. Los expertos del Centro sobre asuntos indígenas dicen que el el termino patsa puqun se empezó a utilizar con la actual era global climática y cambios culturales. Mientras que patsa (equivalente a pacha en Cusco Quechua) es a menudo traducida como “tierra”, se refiere en realidad a un concepto combinado de espacio-tiempo o el mundo en el que vivimos. El verbo puquy (maduro) se refiere a la agricultura, los humanos y a la fermentación de los granos. En el ciclo anual de la agricultura, puquy es una estación que comienza con el solsticio de diciembre cuando las plantas retoñan. Luego, lluvias torrenciales deberían continuar hasta el mes conocido como patsa puqu quilla en tiempos pre-hispánicos (el presente Equinoccio de Marzo) y las celebraciones de las cosechas, ahora fusionadas con el Carnaval Cristiano y las tradiciones de la pascua.
Debemos disipar el mito de que los pueblos indígenas ignoran por completo los cambios del clima y sus implicaciones. Esta creencia ha sido sostenida por muchos académicos, científicos y otros quienes influencian decisiones gubernamentales sobre el uso del agua y la tierra. Por el contrario, las comunidades Quechuas contemporáneas que interactúan diariamente con el ambiente no son solo altamente sensibles y observadoras de la erosión ecológica y su transición, sino que también son actores clave en el desarrollo de una adaptación y mitigación de estrategias viables de las cuales ellas sustraen miles de años de sabia experiencia; continuamente actuando en respuesta a las consecuencias de los cambios globales en lo referente al clima y a la cultura como se ha evidenciado en los Andes.
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