Declaración de Iquitos: Cumbre Regional por la Defensa de la Amazonia
Los que suscribimos la presente declaración:
Integrantes de organizaciones sociales, comunidades, pueblos indígenas, estudiantes, vecinos de barrios populares, profesionales, representantes de gobiernos locales, congresista de la república, en nuestra condición de ciudadanos y ciudadanas peruanos, reunidos en la ciudad de Iquitos, Loreto;
Al culminar este evento, y luego de una reflexión intensa, problematizadora y propositiva respecto de los desafíos profundos de la defensa y la afirmación de la vida en la Amazonía;
Queremos compartir nuestro diálogo con el conjunto de pueblos, comunidades e instituciones públicas del país y del mundo, en los términos siguientes:
MOTIVADOS y animados por la pasión y convicción de afirmar la Mega Biodiversidad de la Amazonía y preservarla como riqueza, invalorable desde un punto de vista economicista y mercantil, para nuestros pueblos y la humanidad entera.
PREOCUPADOS e INDIGNADOS por la persistencia y extensión de actividades que producen graves impactos negativos sobre la naturaleza y los pueblos. Actividades tales como la proliferación descontrolada e invasiva de la industria petrolera, los megaproyectos hidroeléctricos, los monocultivos como la palma aceitera, etc. Todos ellos contaminando y usando de modo excluyente y privatizador: el aire, la tierra, el agua, los bosques, etc.
MÁS INDIGNADOS AUN:
Cuando estas actividades se pretenden legitimar mediante normas y procedimientos altamente cuestionables, como los Estudios de Impacto Ambiental incompletos, parcializados y poco transparentes.
Cuando comprobamos que la institucionalidad estatal que debiera garantizar los derechos de las personas y comunidades opera negligente y/o dolosamente amparados en sistemas deliberadamente débiles y faltos de recursos.
Cuando observamos que los promotores del modelo actual extractivista y primario exportador como las grandes empresas petroleras y minera, ejercen inaceptables prácticas de apropiación de espacios públicos y territorios de pueblos indígenas y originarios, presión y divisionismo de las organizaciones sociales, etc.
Cuando apreciamos que sectores crecientes de comunidades y poblaciones sufren enfermedades provocadas por la presencia de las industrias extractivas. Peor aún, cuando todo esto ocurre bajo decisiones tomadas por funcionarios del Estado, políticos y gobernantes que desprecian la participación de las poblaciones y sus derechos a tomar decisiones sobre medidas que afectan sus vidas. El ejercicio de la consulta previa y otros derechos de los pueblos y comunidades constituyen un desafío y una lucha frente a autoridades y poderes facticos que la obstruyen.
SOMOS CONSCIENTES que salvar la Amazonía nos exige superar el actual modelo de desarrollo entendido solo como crecimiento económico dependiente del extractivismo. Superarlo por considerarlo incompatible con la afirmación de la vida. Es inaceptable que el 45% del territorio nacional esté concesionado para actividades extractivas y el 50% del territorio de las comunidades de Loreto se encuentre en esta misma condición. Las promesas del desarrollo “economicista” y “extractivista” de más de 40 años de actividad petrolera en la Amazonía contrastan con la situación de contaminación grave ambiental y el sufrimiento que la imposición del modelo genera en peruanos y peruanos asesinados, criminalizados y perseguidos por defender su derecho a vivir según sus sueños y proyectos de vida autónomos.
CONSCIENTES y COMPROMETIDOS con la importancia de unir fuerzas entre la diversidad de sectores y sujetos de las ciudades, del campo y de los pueblos indígenas para construir formas de vida alternativas amigables con nuestra madre tierra, profundamente interculturales y participativas, desplegando nuestra creatividad y recuperando los saberes y conocimientos de nuestros pueblos.
DECLARAMOS NUESTRA VOLUNTAD de luchar e impulsar procesos y esfuerzos que permitan recuperar nuestro derecho al buen vivir y ser sujetos de derechos. Entre estos procesos fundamentales se encuentran:
a) Impulsar y enriquecer las experiencias y formas de vida alternativas al extractivismo en las ciudades y en las comunidades. Las formas de vida comunitaria, las actividades basadas en el respeto de la biodiversidad como eje del buen vivir, las prácticas culturales e interculturales autónomas de la mercantilización y de la dictadura de los ciclos compulsivos de consumir y producir propios del modelo hegemónico actual.
b) Reforzar las capacidades y la autonomía de pueblos y comunidades para defender su territorio. Las experiencias de monitoreo ambiental independiente son fundamentales. Su reconocimiento e institucionalización sin perder su autonomía se convierte en una tarea principal.
c) Apoyar los esfuerzos para impulsar procesos de Ordenamiento Territorial participativo de modo tal que queden claramente establecidos con aprobación de las comunidades, los usos posibles y limitaciones para las actividades económicas y productivas.
d) Afirmar las experiencias de reivindicación del territorio integral. Reconocimiento del territorio de las comunidades.
e) Ejercicio del derecho a la consulta previa libre e informada con las garantías necesarias para su realización evitando toda clase de manipulación y remediando pasivos dejados por las empresas extractivas incluidas las del estado peruano. Esto incluye la participación en las comisiones de concesiones ofrecidas por el Estado a las industrias extractivas, y los comités de vigilancia. Asegurando la participación de representantes de la región Loreto.
f) Exigir la exclusión de la cuenca del Nanay y de las cabeceras de cuencas de Loreto de cualquier proceso extractivo que pueda vulnerar la calidad de sus aguas y medio ambiente. Cabeceras de cuencas de Loreto libres del extractivismo. Por eso decimos: ¡Paremos ya la destrucción de la amazonia!
g) Garantías para todos los peruanos y peruanos a ejercer su legítimo derecho a la defensa de y autodeterminación. Respeto a las libertades ciudadanas de opinión, de organización autónoma y de movilización pacífica y democrática. Fin de la política de criminalización de la justa protesta social.
h) Impulsar procesos de sensibilización, comunicación y educación social y ambiental para compartir nuestro mensaje a los más amplios sectores del país.
Este es momento de la mayor unidad de nuestros pueblos. Estamos aquí para comprometernos para afirmar la vida. Este evento es un hito. Retomamos un camino y vamos juntos. Unidad amplia y fraterna desde las bases de las organizaciones y movimientos sociales. Transformando estilos de participación social y política. Viviendo en cada organización y cada pueblo lo que planteamos para la región y el Perú.
Otra amazonía es posible, otro Perú es posible, otro mundo es posible.
Iquitos 25 de Septiembre del 2013
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