REFUERZO EDUCATIVO
POSITIVO
Por: El Shanti Moreno
Para que una conducta sea
repetida constantemente de manera positiva o negativa, es necesario reforzarla
a través de estímulos.
Muchas veces en el hogar el
padre, la madre según sea el caso corrige al niño (a) o adolescente usando los
siguientes adjetivos: “no sirves para nada” “eres un haragán”, etc. Este tipo
de expresiones provoca a largo plazo, que el estudiante crea que no sirva para
nada y se haga un haragán, no porque intelectualmente lo sea, sino de tanto
escucharlo asuma estas palabras en su vida diaria, llegando a creer que eso es
verdad.
En la escuela algunas veces
suceden estos casos, cuando el profesor usa las siguientes expresiones: “no
seas burro” “que burros son estos alumnos” cuando desaprueban un examen o no
entienden una clase.
Este tipo de expresiones por su
carácter “sarcástico” influyen en el proceso emocional – intelectual de los
estudiantes, quienes luego de escuchar estas palabras, van asumiendo
cognitivamente “su valor” de manera negativa.
En la cuenca del Napo es
indiscutible desconocer la conducta de los jóvenes naporunas, de carácter
sencillo, amable, conducta sumisa, respeto a la autoridad y obediencia a las
personas mayores. Su comprensión cognitiva es de naturaleza concreta y menos
abstracta para entender las cosas fuera de su realidad.
El conocimiento de sus emociones
intelectuales debe promover en los docentes, la necesidad de reforzar
positivamente sus acciones (cuando sean adecuadas y la situación así lo
requiera), utilizando algunas expresiones: ¡Tú puedes!, ¡Felicitaciones!,
¡Sigue adelante! ¡Vuelve a comenzar! ¡No te rindas!, de esta manera despertamos
el interés de los adolescentes por esforzarse y salir adelante. “Una palabra
mal dicha, hiere más que cualquier castigo”.
El refuerzo educativo en el
colegio debe ser una prioridad para el profesor al momento de realizar el
proceso de enseñanza-aprendizaje. “Tratemos a los demás, como quisiéramos que
nos traten a nosotros”.
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