Entrevista a P. Mauricio Schroeder, OMI:
“Este reconocimiento no es para mí solo, sino para todos mis colegas en Medicina, Jack y otros. Porque nadie trabaja solo y nadie logra las cosas solo”.
“Este reconocimiento no es para mí solo, sino para todos mis colegas en Medicina, Jack y otros. Porque nadie trabaja solo y nadie logra las cosas solo”.
Por P. Roberto Carrasco, OMI realizado el día 14 de julio del 2012
en
la localidad de Santa Clotilde, río Napo – Perú.
Bien P. Mauricio: Son 50 años de
sacerdote y esto para ti tiene un significado muy grande, muy profundo, ¿cómo
lo estás viviendo estos 50 años?
Saludos para ti Roberto, por
supuesto, es un hito en la vida de pasar 50 años de ordenación sacerdotal y es
un momento de reflexionar mucho en lo que ha pasado en estos 50 años. Y para mí muchas cosas han pasado. He vivido en
un tiempo más tumultuoso de nuestros tiempos, en el mundo civil la
globalización y todo esto, la revolución informática que ha transformado
completamente el mundo que conocemos en mi juventud; y en la Iglesia los 50
años han sido igualmente tumultuoso. Yo fui ordenado en la Iglesia del
pre-Vaticano II, mi primera misa fue en latín con subdiáconos. Y en unos
cuantos años en nuestro primer año de sacerdocio, todo esto desapareció de un
día a otro y fue reemplazado con la Iglesia moderna y en contacto con el mundo,
en lo vernacular con todos los cambios en la música y en la liturgia y en la actitud
de nuestra relación al mundo, como fue evidenciado en los documentos de
Vaticano II. Y esto ha sido revolucionado por o transformado por la Teología de
la Liberación que es vigente en América del Sur donde yo vine aquí a los 15
años de ordenación, y aquí hemos vivido una profundización de esta actitud de
Vaticano II con el compromiso mucho más profundo con los pobres y los derechos
humanos. Ahora yo veo en Norteamérica hay una tendencia a volver a una Iglesia
más similar a pre Vaticano II. Entonces esto es los cambios que vivimos. Que
conclusión por 50 años: Nadie tiene la verdad.
Este trabajo aquí en el Perú como
Misionero Oblato de María Inmaculada, concretamente 25 años en el Napo, tu
trabajo como médico y como sacerdote misionero: ¿qué te deja en todo este
tiempo?, ¿qué es lo que más te queda en tu corazón?
Yo creo que la experiencia como
ud. ha dicho correctamente, lo que hemos vivido: es de profundizar la
realización de donde esto es el Cuerpo Místico de Cristo y donde lo tocamos, y
es en los desamparados, en los pobres, en los enfermos y esto es la cosa que
marca su realización que es de ser sacerdote, cuando estás celebrando la Misa,
solamente válido y validado esto por su vida con el Cuerpo de Cristo y en la
carne.
Esta distinción que la Universidad
de Waterloo hace a ti como Doctor Honoris Causa en Leyes es un reconocimiento ciertamente
por la labor que desempeñas en el campo médico, en Santa Clotilde y en el Perú,
¿cómo lo tomas este reconocimiento?
El reconocimiento del título de
Doctor de Leyes Honoris Causa fue para mí una sorpresa, primero, pero pensando,
yo realicé que esto dice no tanto de mi persona pero más de la Universidad que
puede acordar un reconocimiento así a un misionero de la Amazonía, no conocido
en el mundo como tal. Entonces para mí es simbólico de su preocupación por esta
parte del mundo que es menos favorecida desde su mundo de ellos. Y para mí
personalmente fue menos un reconocimiento de mi persona de lo que fue de la
congregación, todo nuestro trabajo colectivamente y de mis colegas en Medicina por los 25 años, Jack Mac Carty y todos los
otros con quienes hemos trabajado, porque nadie trabaja solo y nadie logra las
cosas solos. Entonces cuando yo les puse en este contexto yo lo acepté.
¿Cuál es la esperanza de la Misión
de Santa Clotilde en el mundo oblato y cuál es ese sueño, cuál es ese deseo de
tu parte respecto a los Oblatos aquí en Santa Clotilde?
Como ud. sabe la Misión de Santa
Clotilde está en evaluación a una evaluación colectiva entre nuestra Delegación
de Oblatos. Personalmente yo sería muy contento haber visto desarrollar en las
líneas que uds. los jóvenes oblatos aquí están soñando con una misión mucho más
amplia, en la Amazonía, mucho más amplio que simplemente nuestra Delegación.
Porque la Amazonía, como ud. correctamente ha dicho esta mañana, es un tema
trascendental por la humanidad y ahora con este mundo globalizado. Entonces yo
creo que los oblatos aquí pueden tomar un papel muy de liderazgo en este y por
el futuro no solamente con oblatos, pero también incluyendo otras religiosos y
religiosas, laicos y otras personas de buena voluntad, como voluntarios. Yo
espero que Edgar y ud. Roberto sigan desarrollando este proyecto.
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